Día Internacional de las niñas y niños víctimas inocentes de agresión


“No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños”.
Nelson Mandela
En 1982 en su periodo extraordinario de sesiones de emergencia sobre los conflictos Palestina-Israel, la Asamblea General de la ONU decidió conmemorar al gran el 4 de junio como el día internacional de las niñas y niños víctimas inocentes de agresión. Esto debido a la consternación generada por el gran número de víctimas inocentes, niñas y niños palestinos y libaneses, que fueron consecuencia de los actos de agresión de Israel.
Pero, ¿cuál es la importancia de este día? Se podría decir que reconocer el dolor y la vulnerabilidad de los miembros más pequeños de nuestra sociedad, que se ven rodeados de conflictos fuera de su alcance. Conflictos que los convierten en víctimas de maltratos físicos, mentales y emocionales. Según la ONU las seis violaciones más comunes son: el reclutamiento de niños como soldados, el homicidio, la violencia sexual, el secuestro, los ataques a escuelas y hospitales, y la negación del acceso humanitario.
Guatemala reconoce los derechos de la niñez, sin embargo estamos muy lejos de su materialización lo cual genera un vacío palpable y visible entre el discurso de protección y realidad. El 22 de noviembre de 2012, Prensa Libre publicó un artículo sobre “La declaración de los Derechos de los niños”.
  • Principio 1: las niñas y niños tienen derecho a todos lo que los enunciados dispongan sin ninguna distinción. Y sin embargo en Guatemala podemos separar el índice de desnutrición en el área urbana y rural, donde claramente se ve que la desnutrición del área urbana está por encima de la media mundial, mientras que el área rural está entre los países en conflictos y guerras civiles de África.
  • Principio 2: la niña o niño dispondrá de oportunidades y servicios, dispensados por la ley y otros servicios para poder desarrollarse física, mental, moral espiritual y socialmente. Esto no será posible si la mayor parte del presupuesto nacional se queda en el área metropolitana.
  • Principio 3: la niña o niño tiene derecho a un nombre y a una nacionalidad. Esto se entiende como una identidad, pero para eso es necesario que el estado reconozca que estamos en un país multiétnico, multilingüe y pluricultural. Los 4 pueblos guatemaltecos tienen el mismo derecho de asumir su identidad cultural, desde la niñez.
  • Principio 4: la niña o niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Y sin embargo Guatemala se encuentra en crisis hospitalaria. No existen suficientes instalaciones, personal e insumos para satisfacer la demanda a nivel nacional. Por ejemplo el 29 de marzo de 2016 un bebé de 11 meses murió en la vía pública de la zona 6 por falta de atención médica temprana.
  • Principio 5: la niña o niño mentalmente impedido debe recibir tratamiento, educación y cuidados especiales según sea su caso. En Guatemala hay muy pocas instituciones adaptadas para esta clase de casos, las oportunidades que la sociedad ofrece son muy escasas. Los colegios y escuelas no están adaptadas ni capacitadas para recibir a niños con capacidades especiales. Por ejemplo el síndrome de Asperger afecta la personalidad del niño y no sus capacidades mentales, de hecho poseen una memoria minuciosa y son muy inteligentes. Sin embargo no son capaces de relacionarse fácilmente con nueva gente, así como participar en actividades de mucha concurrencia.
  • Principio 6: la niña y niño necesita amor y comprensión, la sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente de los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. En el 2014 se recibieron más de 10,000 denuncias de maltrato a menores. También se tiene el caso de actos infames perpetuados en plena luz pública, tal el caso de los 11 estudiantes atropellados el 26 de abril de 2017 en la Calzada San Juan.
  • Principio 7: tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Según los datos del MINEDUC, en el 2014 la tasa de escolaridad de niñas y niños era del 81.80%, lo cual implica que hay un 18.20% que no tiene acceso a educación durante la primaria.
  • Principio 8: la niña o niño figuran entre los primeros en recibir protección y socorro. Y luego vamos al extremo de la situación, el 8 de marzo de 2017 se produjo un incendio en el Hogar Seguro “Virgen de la Asunción” que resultó en el fallecimiento de más de 40 niñas inocentes, niñas que estaban bajo el cuidado del Estado.
  • Principio 9: la niña o niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. Según UNICEF, del grupo de 7-14 años 12% de los niños trabaja y estudia, 8% solo trabaja, un 62% estudia y un 18% no se tiene datos. En total es un 20% que trabaja más el 18% de los niños en riesgo pues se desconoce el tipo de actividad que realizan.
  • Principio 10: la niña o niño debe ser protegido contra prácticas que puedan fomentar algún tipo de discriminación. Según datos del MINEDUC (2016) 29.4% de los estudiantes de sexto primaria reportan bullying, especialmente entre hombre y alumnos de sobre edad. También existe la segregación y exclusión dirigida a estudiantes pertenecientes a alguna comunidad indígena ya sea por idioma, traje, nombre o apellido. Muchas veces esto no solo ocurre entre estudiantes sino también se da desde adultos hacia la niñez.
Como guatemaltecos tenemos antecedentes claros y fuertes sobre el largo camino que nos toca recorrer para poder cumplir con nuestras obligaciones hacia la niñez, y en general a todos los grupos sociales, étnicos, religiosos y otros. Sin embargo, nos damos cuenta que nuestra conciencia está más predispuesta a defender y exigir los derechos de aquellos que no pueden. En todo el país hay gente, organizaciones, comunidades o grupos de cualquier clase que están dispuestos a empezar un nuevo cambio. Sabemos de nuestra capacidad de resiliencia y unión. Estamos en la época donde hablar y exigir nuestros derechos como ciudadanos guatemaltecos ya no se hace de forma individual, nos juntamos en la plaza, en las calles o en nuestras casas para discutir y entender nuestra situación. Porque todos buscamos un futuro más prometedor para las generaciones siguientes, para nuestras futuras nietas y nietos.

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